11 Febrero 2022, 21:20
Actualizado 11 Febrero 2022, 21:25

Muchos nombres femeninos y muchas contribuciones a la ciencia están aún invisibilizadas. La inventora de la tecnología precursora del wifi, la primera programadora del mundo o la descubridora de la superfibra que utilizamos ahora en los chalecos antibalas o en tecnología espacial fueron mujeres, pero sus nombres apenas aparecen en los libros científicos.

En el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, es más importante que nunca ayudar a visibilizar la imagen de la mujer científica. Lo sabe bien la directora del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), Carmen González.

"Cuándo pienso en por que hay tan pocas vocaciones científicas, recuerdo los pocos nombres de científicas que me han enseñado", reflexiona Carmen. Falta de visibilidad que también se acompaña por una menor confianza de las mujeres científicas en sus propias capacidades.

En su caso, Carmen se introdujo en la ciencia a través de la Biología y, profesionalmente, desarrollando productos para una fábrica de Nestle. Una carrera "llena de satisfacciones" pero no exentas de dificultades. Entre ellas, una muy compartida: la gestión de la maternidad y la difícil compatibilidad entre carrera profesional y vida familiar.

Para continuar reduciendo la brecha de género científica, Carmen pone el énfasis en la pedagogía: "No hay capacidades diferentes entre hombres y mujeres y no hay carreras para chicos y para chicas", insiste. Para dar ejemplo, en CICYTEX han puesto en marcha un Plan de Igualdad que refuerza la perspectiva de género en la investigación y el trabajo para convencer a las niñas de que son tan válidas para las carreras de ciencias como los niños.