21 Febrero 2021, 18:08
Actualizado 21 Febrero 2021, 19:05

El 21 de enero, Extremadura alcanzaba un triste récord: la mayor incidencia acumulada de toda la pandemia: 1467 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días. Y es que las dos semanas previas el virus se había desatado en la región, superando frecuentemente los mil casos diarios, y los días posteriores en los hospitales extremeños alcanzaban picos de 777 pacientes en planta y 99 en cuidados intensivos.

Afortunadamente, aquel 21 de enero comenzó también un descenso primero lento y después acelerado de contagios. El resultado se refleja un mes después en todos los indicadores: doce veces menos contagios, la cuarta parte de hospitalizados, la mitad de pacientes en UCI. En el conjunto de variables epidemiológicas que tiene en cuenta el ministerio, la región ha pasado del nivel de riesgo extremo al medio, dos escalones menos. Sin embargo, deberá mantener esas cifras durante más días para que esa mejora se traduzca en más flexibilización de medidas.

 

Porque conviene no olvidar el dato que siempre es excesivo: en estos 30 días han fallecido 409 extremeños víctimas del COVID-19.