10 Marzo 2024, 14:40
Actualizado 11 Marzo 2024, 15:49


"Yo terminaba una función y tenía que coger el coche e ir a 140 km/h por la carretera, porque por teléfono, mientras conducía, esa persona me iba diciendo que yo no estaba haciendo teatro, que estaba haciendo "otras cosas". Y esto me llevó a un extremo que yo no estaba donde tenía que estar. Los compañeros me arropaban pero estaban dejando de apostar por mí, porque no estaba haciendo un buen trabajo".

Son las palabras de Paca Velardiez. 36 años sobre los escenarios transitando todo tipo de papeles sin jamás imaginar que un día haría de sí misma. De sí misma como mujer maltratada. De sí misma como mujer que, anulada por su maltratador, casi pierde su oficio. De sí misma como superviviente.

"Esto viene desde mi propia catarsis personal. Pero ofrecerle a los demás tu propia intimidad es complicado", confiesa. Porque a la pena y al dolor se unen, dice, la vergüenza. Ella, antes de ser maltratada, fue (lo sigue siendo y la muestra es 'Del grito a la palabra') activista contra la violencia machista. Presentó actos institucionales contra ella. Y duele, asegura, convertirse en protagonista. Sorprende, aunque se predique, el comprobar en carne propia que no hay un perfil. Pero también se asiste al surgimiento de la valentía: la de querer tocar otras vidas que estén entre el público.

"Lo necesario es eso, que esas mujeres se reconozcan y que todos sepan cómo hay que acompañar a una víctima. Porque yo estoy cansada de que se diga que no estás sola. Y sí estás sola como la una" 
  
Y aunque el teatro poetiza y ficciona, aquí no hay nada que dramatizar. Nada que suavizar. Lo llaman, ella y su directora,  Ana García, documental expandido. En escena, el grito de Paca, pero también el de otras mujeres. Las conoció haciendo terapia, en la asociaciones Alma, de Badajoz y Liven, de Almendralejo. Audios reales de whatsapp. Puño y letra de diarios. Gritos que sobre las tablas, se convierten en palabra. Y en menos soledad para quien esté viviendo lo que ella ha vivido.

La propuesta, que produce Verbo Producciones, se estrenó en Mérida el 10 de marzo, con lleno absoluto y un emocionadísimo y largo aplauso. Pronto se anunciará la gira.