Este 14 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Dermatitis Atópica, una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente a niños.
La dermatitis atópica se manifiesta mediante brotes recurrentes caracterizados por picazón intensa, enrojecimiento, piel seca y la aparición de eccemas, síntomas que pueden afectar significativamente la calidad de vida de quienes la padecen.
La importancia del diagnóstico y tratamiento
Los especialistas recomiendan que cualquier persona que presente estos síntomas consulte a un dermatólogo o alergólogo, quienes pueden determinar un diagnóstico preciso y establecer el tratamiento más adecuado.
En farmacias y consultas médicas se recuerda que los cuidados básicos de la piel son fundamentales. Esto incluye el uso diario de cremas emolientes y, en algunos casos, corticoides tópicos. Para los casos más graves, se pueden administrar medicamentos específicos o fototerapia para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.
Con motivo de esta conmemoración, expertos y asociaciones recuerdan la importancia de la prevención, el cuidado diario y la atención médica especializada, para minimizar los brotes y sus efectos sobre la piel y el bienestar general.