La cifra de fallecidos en Turquía y Siria no deja de crecer tras el terremoto sufrido el lunes. Se superan los 16.000 fallecidos y 68.000 heridos. Cifras que resultan especialmente dolorosas para Amal Ibrahim. Esta ciudadana siria, de 66 años, lleva gran parte de su vida en Mérida. El lunes de madrugada, una hermana la avisó: en su familia seguían vivos, pero aún hoy siguen con el miedo a los temblores.
Amal Ibrahim reconoce que lleva desde el lunes sintiéndose mal. "Es que no te encuentras, te sientes muy impotente, porque no sabes qué hacer".
En Extremadura, residen casi un centenar de ciudadanos de origen sirio y 17 de origen turco. El terremoto se suma, en Siria, a los escombros de una guerra, lamenta Amal, que dura 12 años. "Después de la guerra viene esto, y es aún mucho peor, no hay palabras".
Ayuda humanitaria
Esta ciudadana siria agradece todo el apoyo que están recibiendo en su país y también en Turquía, zonas donde las ONGs están intensificando su trabajo.
Desde Extremadura, Cruz Roja pide colaboración. También, la organización extremeña 'Sonrisas en acción' prepara un operativo en la zona más afectada del norte de Siria.
