27 Diciembre 2022, 15:24
Actualizado 27 Diciembre 2022, 15:27

El Gobierno central ha aprobado el tercer paquete de medidas anticrisis para atacar la inflación. El primer objetivo ha sido la cesta de la compra y el modo de conseguirlo, reduciendo el IVA. Se suprimirá desde el 1 de enero y durante 6 meses el IVA de los alimentos básicos. Es decir, los productos de primera necesidad como la fruta, las verduras, el arroz,  el pan, las legumbres y los huevos, que tenían un IVA superreducido del 4%, ahora tendrán un 0%. Además,  la pasta y el aceite, que tienen un 10% de IVA, bajan a la mitad, al 5%.

No bajan, en principio, a falta de la letra pequeña del decreto anticrisis, ni carne ni pescado, que seguirán con su 10% de IVA y los precios por las nubes. El último informe del Ministerio dice que los españoles hemos dejado de consumir ambos productos en el último año: consumimos un 12,4% menos de carne y un 16% menos de pescado. Entre otras cosas, porque la inflación les han convertido en productos prácticamente prohibitivos. El kg de lubina,  por ejemplo, está en el mercado mayorista a 7,53 euros, un 26% más que hace un año. Y el cochinillo, a 16,88 euros, un 5% más. Y así sucesivamente: la ternera un 16% más, el cordero lechal un 8% más y el cerdo blanco un 41% más.

La segunda medida aprobada por el Consejo de Ministros no influye en los precios, pero sí en el bolsillo. Es un cheque de 200 euros para rentas inferiores a 27.000 euros y que según Pedro Sánchez, beneficiará a 4 millones y medio de familias. El objetivo sería compensar la desaparición de la rebaja en la gasolina y el gasoil, que se mantendrá solo para transportistas.

La tercera medida, que ha sido de nuevo el caballo de batalla entre PSOE y Unidas Podemos, con negociaciones durante toda la noche y hasta primera hora de la mañana, tiene que ver con el alquiler.  Se congelan los alquileres vigentes durante 6 meses. ¿Eso qué quiere decir? Que a los inquilinos que tengan que renovar su contrato en los próximos 6 meses, no se les va a poder subir el alquiler. Normalmente, el propietario podía hacerlo libremente. Ahora estará obligado a mantenerlo.