La campaña de la vendimia comienza a coger impulso en Extremadura. Las cooperativas de la región no paran de recepcionar la uva, en un año en el que la producción ha estado marcada por la sequía.
La falta de agua está detrás de la merma en la cantidad de uva que se espera recoger. Desde Cooperativas Agroalimentarias estiman que la producción, este año, rondará los 2,9 hectolitros, cuando el año pasado fueron 3,4, un 20% menos este año. Eso sí, hay menos cantidad, pero la uva que hay es de muy buena calidad, como indican los productores.
En cuanto a los precios, pese a que todavía están por determinar, se calculan que rondarán los 40 céntimos por litro en el vino blanco y un poco menos en el vino tinto. En los últimos años se ha incrementado la demanda de los caldos blancos, con uvas de las variedades macabeo, pardina y cayetana, en detrimento de los tintos y las uvas tempranillo, cabernet y syran. Pero cambiar las viñas para adaptarse al mercado no es fácil, ya que necesitan al menos 15 años para hacer un cambio en los viñedos. Ante eso, también se trabaja para impulsar los tintos.
Ante este panorama, los agricultores piden ayudas. Se muestran preocupados por dar salida a su producción. Y es que en las bodegas sigue existiendo el problema de exceso de oferta y baja demanda, que han lastrado al sector en las últimas campañas.
