Funcionarios de prisiones se han concentrado este martes a las puertas de los centros penitenciarios de Cáceres y Badajoz, en una protesta que se ha repetido en todas las cárceles del país. La movilización responde a la agresión sexual sufrida por una psicóloga en la prisión de Sevilla II, un hecho que ha sido condenado de forma unánime por los trabajadores del sector.
Los manifestantes aseguran que no se trata de un caso aislado. En Extremadura, en los últimos dos años, se han registrado diez agresiones a personal penitenciario: cinco en cada uno de los centros regionales. Por ello, reclaman medidas urgentes para garantizar su seguridad.
Entre sus demandas, destacan el refuerzo de medios materiales y humanos, una mejor clasificación de los internos según su peligrosidad, y el reconocimiento legal como agentes de la autoridad, lo que implicaría una mayor protección jurídica ante agresiones.