2 Julio 2025, 18:02
Actualizado 2 Julio 2025, 21:23

Hidratarse, cubrirse y refrescarse son las tres premisas que hay que seguir para protegernos eficazmente frente a un golpe de calor.

¿Cómo reconocerlo?

  • Temperatura corporal elevada (generalmente >40 °C).
  • Piel seca, caliente y enrojecida (puede no haber sudoración).
  • Dolor de cabeza intenso, mareos, confusión, desorientación o delirio.
  • Pulso rápido y fuerte, respiración acelerada.
  • Náuseas, vómitos, debilidad, calambres musculares.
  • En casos graves: pérdida de conciencia o convulsiones.
  • En bebés: llanto inconsolable, irritación de la piel por sudor, decaimiento.

¿Cómo actuar?

Ante un golpe de calor, actuar con rapidez es fundamental. Lo primero es trasladar a la persona a un lugar fresco y a la sombra. Luego, aflojar o quitar la ropa para facilitar la ventilación y comenzar a refrescar el cuerpo: se pueden aplicar paños húmedos o compresas frías en zonas clave como la frente, el cuello, las axilas y la ingle. También es útil abanicar a la persona o rociarla con agua fresca.

Si está consciente y puede tragar, se le puede ofrecer agua fresca o bebidas con electrolitos, en pequeños sorbos. No se debe dar nada por vía oral si está inconsciente, ni administrar medicamentos antifebriles ni alcohol.

Es crucial llamar a los servicios de emergencia si la persona no mejora rápidamente, presenta confusión, convulsiones o tiene enfermedades crónicas.