Las furgonetas se han convertido en un reto para la seguridad vial. El año pasado, 79 personas fallecieron en accidentes en vías interurbanas y los heridos graves aumentaron, lo que pone de manifiesto la creciente siniestralidad asociada a este tipo de vehículos. En Extremadura, el último accidente mortal se registró en diciembre en la carretera EX-119, cerca de Talayuela, cuando el ocupante de una furgoneta perdió la vida.
Mejorar la seguridad vial
Para hacer frente a esta situación, la Dirección General de Tráfico ha anunciado la elaboración de un plan específico de seguridad para furgonetas, que incluirá formación para conductores, concienciación sobre riesgos y renovación de la flota. El organismo ha abierto además un debate, reuniendo a expertos y responsables del sector para analizar la movilidad y proponer medidas concretas.
Se trata de vehículos situados a medio camino entre turismos y camiones, cuyo parque ha crecido con el auge de la logística y el reparto de mercancías. Datos recientes muestran que cerca del 40% de las furgonetas supera los 20 años de antigüedad, mientras que la edad media del parque circulante es de 12 años, lo que incrementa los riesgos en carretera.
Con estas medidas, la DGT pretende reducir la siniestralidad y garantizar una movilidad más segura tanto para los conductores de furgonetas como para el resto de usuarios de la vía.