6 Noviembre 2022, 15:14
Actualizado 6 Noviembre 2022, 15:27

Eran poco más de las 8 de la tarde cuando el arroyo de la Nave se desbordó de su cauce y arrasó Valverde de Leganés. Ni policía local ni bomberos pudieron hacer nada para controlar el agua. 

"No nos dio tiempo a nada", relata José Guareño, policía local de la localidad. "Veíamos el caudal, y nos dimos cuenta de la gravedad, en el centro del pueblo llevaba dos metros de agua. La impotencia fue tan grande, ves que no puedes hacer nada", cuenta con tristeza. 

En el caso de Valverde de Leganés, el arroyo transcurre por debajo del casco urbano. El arroyo levantó calles y provocó el derrumbe e inundación de numerosos inmuebles. El agua se llevó por delante tres vidas humanas.  

Una de las víctimas fue la madre de Marina Hernández. "Recuerdo que mi madre me levantó de la cama y nos dijo que nos teníamos que subir, que estaba lloviendo mucho. Yo me asomaba por esa ventana y veía que no se veía la señal ni nada, era una balsa de agua". El agua llegó hasta el techo. Recuerda que su padre subió tiritando de frío preguntando por su madre. Entonces supo que algo no iba bien. 

Juan Diego Reyes fue otro de los afectados por la riada. Recuerda que intentó subirse a un mostrador pero el golpe del agua llevó a otra habitación. Rompió un cristal y sacó la cabeza entre las rejas, entonces, relata, vio pasar ovejas y contenedores, que entonces creía que eran personas.

La riada destrozó cientos de hogares y dejó un recuerdo trágico en la localidad que, 25 años después, no pueden olvidar.