
El incendio que arrasó buena parte del entorno natural de Jarilla ha dejado una marca profunda en el paisaje y en la memoria de sus habitantes. Aunque las llamas ya se extinguieron, el proceso de recuperación apenas comienza, y los expertos advierten que será largo y complejo.
Según estimaciones técnicas, el suelo afectado podría volver a ser fértil en un plazo de entre uno y cinco años. Este periodo permitiría el inicio de una tímida recuperación vegetal, con la aparición de los primeros brotes verdes. Sin embargo, este es solo el primer paso de un proceso mucho más extenso.
La regeneración total del ecosistema, especialmente en una zona caracterizada por la presencia de castaños y robles, podría tardar décadas. Asociaciones ecologistas como SeoBirdLife y Adenex señalan que podrían pasar hasta 50 años antes de que el paisaje vuelva a parecerse al que existía antes del incendio.
Este tipo de catástrofes no solo afecta a la vegetación, sino también a la fauna, los ciclos hídricos y la estructura del suelo. La recuperación dependerá de múltiples factores, entre ellas la intervención humana y la capacidad de resiliencia del entorno.