Las pequeñas y medianas empresas serán las más afectadas por la reducción de la jornada laboral, especialmente en el sector servicios. Reorganizar horarios o contratar más gente para cubrir esas dos horas y media por semana son soluciones que no están al alcance de los negocios más modestos.
Los empresarios de la región ya hacen cálculos de cara a su implantación. José María Becerra, de "Alimentación Feliciano Becerra" avanza su ajuste: "Quizás por la mañana abriríamos un poquito más tarde, que es cuando está un poquito más flojo"
Además, al mantenerse la retribución y disminuir las horas de empleo, el coste de las plantillas aumentará, como apunta Maribel Bautista, que regenta un centro de peluquería y estética.
Pero también hay ventajas, las más apreciada es el aumento de la conciliación para los trabajadores. Lo que se traduce en un incremento probado de la productividad, la fidelización de empleados y la reducción de los índices de absentismo laboral. Así lo cree Isabel Sánchez, de "La Dicha": "Las pequeñas empresas y las trabajadoras autónomas entendemos mejor que nadie lo difícil que es conciliar vida personal con vida laboral, o sea que no podemos estar en contra. Sí es verdad que a lo mejor en nuestro caso que notamos un poquito más estos avances, en lo bueno pero también lo malo, podrían ir a lo mejor acompañados de paquetes de medidas"
Si no hay sorpresas, la norma se publicará en el BOE en las próximas semanas con un calendario claro: Los convenios colectivos tendrán hasta el 31 de diciembre para adaptarse a los nuevos criterios. Aquellas empresas que no respeten las nuevas disposiciones o los tiempos de trabajo estipulados, podrán ser sancionadas con multas de hasta 10.000 euros.