22 Febrero 2020, 14:17
Actualizado 14 Enero 2021, 03:26

Este 22 de febrero es el Día europeo de la igualdad salarial. En todo el continente las mujeres cobran un 15% menos que los hombres. Una diferencia que se amplía en España hasta el 22% y que en Extremadura se sitúa por debajo, en el 17,9% según UGT. El salario medio anual de los hombres aquí en la región es de 21.585 euros; el de la mujer en 17.722, es decir, las mujeres cobran aquí 3.863 euros menos que los hombres. Son unos 3 meses de diferencia de sueldo cada año. Una de las principales causas es el trabajo a tiempo parcial. De todos los trabajos a tiempo parcial durante 2019 en Extremadura tres de cada cuatro, fueron ocupados por mujeres. La brecha crece a partir de los 30 años, momento clave para la maternidad. Un déficit que se arrastra ya hasta la jubilación. También hay diferencias importantes en lo que cotizan hombres y mujeres. En Extremadura la base de cotización de los hombres está entre 1.600 y 1.700 euros. La de las mujeres está por debajo de los 1.500 euros.

La brecha salarial es más baja en Extremadura que en España, pero los motivos de que eso ocurra no son necesariamente positivos. Se debe a que " los salarios tanto de hombres como de mujeres son infinitamente bajos", según UGT Extremadura. A esto hay que añadirle "que la mujer sigue ostentando puestos de muy poca responsabilidad, puestos muy bajos y que casi el 90 por ciento de las mujeres ocupan puestos precarios", según CC.OO en la región. Además, las mujeres suelen trabajar en sectores como el comercio y la hostelería, tradicionalemente peor pagados. A lo que hay que sumar las interrupciones por maternidad. La solución es apostar por políticas inclusivas, según los sindicatos, y negociar planes de igualdad en los convenios colectivos. "Es muy importane que las empresas y los sectores en sus convenios colectivos incluyan medidas para que tanto el acceso como la permanencia y como la promoción, sobre todo, tengan cara femenina y no cara masculina", dicen desde CC.OO en Extremadura. Los sindicatos apuestan por que Europa obligue a las empresas a publicar los salarios de sus empleados como una solución realista para acabar con la brecha.