12 Septiembre 2022, 21:41
Actualizado 12 Septiembre 2022, 21:41

Ahora sí. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha licitado el primer tramo de la autovía Badajoz-Cáceres. Una infraestructura muy demandada desde hace muchos años por la sociedad, la política y la economía extremeñas.

La Dirección General de Carreteras ha sacado a concurso este lunes en su plataforma de contratación este primer tramo, que discurrirá entre la A-66 (en las proximidades de Cáceres) y el Río Ayuela. Su longitud es de 13'5 kilómetros y el presupuesto asciende a 92 millones de euros.

Según el documento de pliegos, el plazo de ejecución de las obras es de 40 meses desde que se adjudiquen, por lo que si no hubiese problemas, estarían terminadas a lo largo de 2026.

Las obras tienen un plazo de ejecución de 40 meses

Las empresas interesadas en realizar los trabajos tienen hasta el 14 de octubre para presentar sus ofertas. Las propuestas se abrirán el 15 de noviembre, y después sólo quedará adjudicar este primer tramo en los meses siguientes.

Continuación de la A-58

El trazado discurrirá paralelo a la actual vía, la N-523, y lo hará en sentido oeste dirección Badajoz. Será la continuación de la actual A-58, que de momento sólo conecta Trujillo con la capital cacereña. Cuando llegue a enlazar con la capital pacense, toda la A-58 estará terminada.

La nueva infraestructura a ejecutar incluye 12 estructuras (9 pasos superiores, 2 viaductos y 1 paso inferior), así como la reposición de servicios afectados, obras de drenaje y otras obras complementarias, tales como cerramientos, estaciones de aforo o canalizaciones de fibra óptica.

20 años de espera

La primera vez que se habló de la autovía Badajoz-Cáceres fue en 2006. Aquel año el entonces presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, presentó el proyecto, que en su totalidad costaría 360 millones de euros. El estudio técnico y la declaración ambiental favorable estuvieron listos en 2009, pero la crisis financiera paralizó completamente su construcción durante una década.

La idea inicial de la Junta fue hacer la autovía con fondos propios y repercutirlos luego al Gobierno central, puesto que la carretera, la EX-100, era de su titularidad. Después se buscaron fondos europeos y finalmente, en junio de 2019, la vía se cedió al Ministerio de Fomento y pasó a ser de titularidad estatal, bajo la denominación de Nacional-523.

La licitación se retrasó en abril por los precios de los materiales

Fomento actualizó entonces el proyecto y lo volvió a aprobar en abril de 2021. Durante todo ese año se estuvo esperando la licitación del primer tramo entre la A-66 y el Río Ayuela, pero no llegó. Las esperanzas se postpusieron entonces al primer trimestre de 2022, pero en abril de este año se produjo un nuevo retraso. La licitación se detenía para adaptarla a la subida del precio de los materiales, ya con la guerra en Ucrania en marcha.

Cinco meses más tarde, la Dirección General de Carreteras ha licitado hoy este primer tramo de 13 kilómetros y medio. Ahora hay que adjudicarlo, empezar las obras y terminarlas. Si todo va bien, acabarán en 2026, es decir, 20 años después de presentarse el proyecto. Aunque sólo sea un 15 por ciento de toda la autovía, ya que Badajoz y Cáceres está separadas por 90 kilómetros.

 

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El Gobierno autoriza la contratación de un tramo de la autovía Cáceres-Badajoz