"¿Es mi padre?", gritaba Libertad a quien le depositaba la urna en sus manos. "Mi padre... pobrecito, sí, José Gómez Narváez, mi padre. Yo le conocí muy poco". Libertad, de 89 años, apenas pudo conocer a su padre y hoy ha recibido sus restos, en un acto celebrado en el cementerio de San Juan. Libertad le puso su padre que sólo pudo registrarla como Encarnación.
Sus restos han sido reinhumados en el mismo nicho donde descansan su mujer y su hijo, uno de los cuatro hijos que tuvo José Gómez. Su nieta, Aurora, con ramo de rosas rojas en mano, ha destacado la importancia de la recuperación de la memoria de su abuelo y de la necesaria búsqueda familiar de paz. Le acompañaban varios familiares, entre ellos la actriz extremeña Berta Gómez, también nieta de José.
"¿Es mi padre? Pobrecito, sí, José Gómez Narváez, mi padre. Yo le conocí muy poco"
Condenado a 20 años
La música ha estado muy presente en Badajoz. José Gomez, carpintero, fue enviado al campo de concentración de Orduña en 1940 y murió el 6 de abril de 1941, le tiraron a una fosa común. Ahora, 84 años después se han recuperado sus restos y los de dos extremeños más.
Jose Manuel Corbacho, de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en Extremadura, nos cuenta que 127 extremeños fueron trasladados a la cárcel de Orduña, y que en los próximos meses se entregarán más.
En su recuperación han trabajado los gobiernos extremeño y vasco. En los cementerios de Badajoz, Villagonzalo y también ahora Aceuchal descansan ya los restos de cinco extremeños que encontraron la muerte en Orduña. Encontraron muerte, pero nunca el olvido.