23 Febrero 2021, 13:59
Actualizado 23 Febrero 2021, 14:23

Extremadura comienza hoy a acelerar su ritmo de vacunación. Los profesionales del SES están administrando ya dosis a mayores de 80 años en decenas de consultorios, centros de salud y alguna gran instalación.

Atrás comienza a quedar la primera fase del plan, que segmentaba a la población por profesiones o lugar de residencia. A finales de diciembre comenzaba la vacunación de usuarios y trabajadores de residencias, después la de los sanitarios y, por último, la de los colectivos esenciales. Un proceso logístico mucho más complicado, porque los equipos de vacunación han tenido que trasladarse a centros residenciales y de trabajo concretos, frenando así el ritmo de inyección de dosis. Un freno al que se ha añadido los problemas en el envío de vacunas con rupturas de stock primero de Pfizer y después de Moderna y Astrazeneca.

El resultado de esa primera fase es que, desde el 27 de diciembre, se ha administrado una media de 1.600 dosis diarias y se ha vacunado con la pauta completa (de dos dosis en la mayoría de los casos) a 664 personas al día. A pesar de ese lento ritmo, la región ha utilizado ya el 90% de las dosis disponibles, un porcentaje de los más altos del país.

A partir de ahora, en cambio, Sanidad espera comenzar a despegar. Primero, porque cada vez llegan más vacunas. En las primeras semanas de enero, la región recibía unas 10.900 dosis de Pfizer. Esta semana, en cambio, se recibirán 36.000: 5.600 de Moderna, 12.000 de Pfizer y 14.000 de Astrazeneka. Con ellas se pretende vacunar a unos 11.000 mayores de 80 años y continuar con la administración de dosis a colectivos esenciales. En las próximas semanas estas tres compañías aumentarán sus envíos y se unirá una cuarta farmacéutica, Janssen, que sólo precisa la administración de una dosis. Además, la logística ayuda: la vacunación en centros de salud permite optimizar el tiempo y acelerar el ritmo de inyección de dosis.

Con esas variables a su favor, el SES ya tiene un objetivo marcado: administrar un máximo de 20.000 vacunas al día a partir de finales de marzo, lo que permitiría llegar a verano con al menos la mitad de la población vacunada.