La montanera será una de las mejores este año aunque el sector del ibérico pasa por un momento muy complicado. La crisis sanitaria ha hecho que el consumo descienda drásticamente y, sumado al aumento de los costes, los productores reivindican ayudas por parte de las administraciones públicas para seguir adelante.
Las ventas se han reducido. Se han sacrificado un 15% menos de animales y el precio final del producto y el de las hembras reproductoras se ha devaluado. "Se ha dejado prácticamente de vender jamón, y de exportar jamón, además no hay turismo que lo coma", cuenta Salvador Perera, Presidente de Navarrete: "En el campo tenemos en este momento una pérdida de valor entre los animales".
Y a ello se suma, este año, el precio del pienso, que ha subido un 26%. Por eso, el sector del ibérico ve como única solución las ayudas económicas.
Pero lo que tienen claro los expertos es que, a pesar de las circunstancias, hay que cuidar al máximo la tierra porque, dicen, "cada bocado de jamón sabe a los orígenes, de ahí su magia".
