La próxima ley del tabaco traerá nuevas restricciones para fumar en lugares públicos, y una de las más polémicas será la prohibición de encender cigarrillos en las terrazas de los bares. Esta medida ha generado gran controversia entre los hosteleros y los productores de tabaco de la región, que temen sus repercusiones económicas.
Para muchos empresarios del sector, la norma supondrá un cambio significativo en la experiencia de los clientes. Según José Luis Mosquera, representante de Fexbares: "Dejarlo a elección del hostelero, que elija si en su terraza se puede fumar o no, y así el cliente decidirá a qué terraza quiere ir. Si le molesta el humo, irá a una terraza donde no se pueda fumar".
Otros hosteleros insisten en que la medida perjudicará a sus negocios y cuestionan su efectividad:
Agricultores de tabaco piden ser escuchados
En Talayuela, una de las zonas clave para el cultivo de tabaco en Extremadura, productores como Dionisio Sánchez alertan sobre el impacto económico de la norma: "El impacto negativo podría afectar a miles de familias y a la economía de una zona. El tabaco a día de hoy es un cultivo totalmente legal del cual viven muchas familias".
Mientras la ley sigue su tramitación parlamentaria, tanto hosteleros como productores coinciden en un mismo temor: que las nuevas restricciones puedan traducirse en un golpe económico para sectores estratégicos en la región.