1 Diciembre 2021, 9:03
Actualizado 1 Diciembre 2021, 09:03

El Campamento Carlos V de Jerte, que depende de la Junta, del Instituto de la Juventud, lleva sin actividad desde el inicio de la pandemia. Los trabajadores temen un cierre del espacio y que les reubiquen. Desde CSIF piden que hagan las mejoras que sean necesarias y vuelva a funcionar. 

Se trata de un campamento que se ubica en la localidad de Jerte, los terrenos son de una comunidad de propietarios del pueblo y la Junta alquila el espacio donde tiene el Campamento Carlos V. Unas instalaciones que se remodelaron hace unos 20 años y que, desde entonces, albergaban campamentos y actividades de ocio todo el año. No sólo daba cobertura a campamentos juveniles sino también a asociaciones y particulares que pedían su uso por su ubicación, en pleno corazón del Valle del Jerte. 

En ellas trabajan casi una quincena de personas, algunos con contratos al 100% de la jornada y otros con menor duración.  Con la llegada de la pandemia se suspendió la actividad. Sin embargo, a pesar de no haber actividad, un administrativo, una persona de mantenimiento, un peón, un jefe de negociado, una limpiadora y un vigilante desarrollan allí su trabajo.  Los trabajadores con  contratos de menor duración han sido reubicados.

Temen que la Junta no continúe explotando el espacio, que eche el cierre, y que les reubiquen o se pierdan puestos de trabajo.

Desde CSIF, su secretario de Acción Sindical, Miguel Díaz, llama la atención sobre la situación de incertidumbre de la plantilla. Por eso, pide a la Junta de Extremadura "que se hagan las mejoras pertinentes, que se invierta el dinero necesario para poner a punto las instalaciones, mientras se reubique al personal y, una vez se retome la actividad, vuelvan a sus puestos de trabajo".

De momento, la Junta de Extremadura no se ha pronunciado sobre el futuro del centro.