12 Agosto 2021, 15:04
Actualizado 12 Agosto 2021, 21:05

Quemaduras, erupciones cutáneas debido a la sudoración o la humedad ambiental, calambres, espasmos o dolores musculares, visión borrosa, mareos, debilidad, pulso débil, sequedad de las mucosas y la piel, fatiga extrema, náuseas, malestar, taquicardia, dolor de cabeza, desvanecimiento e incluso la muerte…

Los peligros de la ola de calor en el cuerpo son muchos y, por ello, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos  ha querido recordar a los profesionales del campo los riesgos que corren estos días en su trabajo.

Las 13 medidas contra la ola de calor

  1. Usar ropa amplia, ligera, fresca y de colores claros. Evitar la exposición al sol de partes del cuerpo descubiertas. Por ejemplo, protegiendo la cabeza con gorra o sombrero.
  2. Aumentar la ingesta de agua y sal para compensar las pérdidas que se producen con el sudor. Proporcionar agua potable en las proximidades de los puestos de trabajo.
  3. Si es posible, combatir el calor mediante el acondicionamiento del aire (enfriamiento). Habilitar zonas de sombra o locales con aire acondicionado para el descanso de los trabajadores.
  4. En caso de aparecer los primeros síntomas de fatiga por esfuerzo físico (dolor de cabeza, sudor abundante y pulsación alta), descansar inmediatamente y colocarse en un lugar fresco.
  5. Verificar las condiciones meteorológicas de forma frecuente e informar a todos los compañeros y compañeras. Asimismo, informarles sobre los riesgos relacionados con el calor, sus efectos y las medidas preventivas y de primeros auxilios que hay que adoptar.
  6. Evitar el trabajo individual, favoreciendo el trabajo en equipo para facilitar la supervisión mutua de los trabajadores.
  7. Limitar las tareas pesadas que requieran un gasto energético elevado. Si es posible, proporcionar ayudas mecánicas para la manipulación de cargas.
  8. Instalar ventiladores, equipos de climatización, persianas, estores y toldos para disminuir la temperatura en caso de locales cerrados.
  9. Limitar el tiempo o la intensidad de la exposición, haciendo rotaciones de tarea siempre que haya sitios con menor exposición que lo permitan.
  10. Planificar las tareas más pesadas en las horas de menos calor, adaptando, si es necesario, los horarios de trabajo.
  11. Considerar que es necesario un periodo de 7 a 15 días para que el trabajador se aclimate al calor. Cuando se deja de trabajar en condiciones calurosas durante periodos como las vacaciones o bajas laborales, es necesario volver a aclimatarse al incorporarse de nuevo al trabajo.
  12. Aumentar la frecuencia de las pausas de recuperación (cada hora, por ejemplo).
  13. Permitir al trabajador, en la medida de lo posible, adaptar su propio ritmo de trabajo. 

Por último, UPA ha querido advertir que estas indicaciones son generales.