12 Marzo 2021, 15:30
Actualizado 14 Marzo 2021, 22:44

Lo peor que está dejando esta pandemia es, sin duda, las vidas que se lleva. Más de 1.700 fallecidos en estos doce meses en Extremadura.

Más de mil familias rotas de dolor. Y muchas ni siquiera han podido despedir a sus seres queridos como merecían.

Alejo, superviviente y familiar de fallecida

Alejo Leal, médico de profesión, es uno de esos familiares. Perdió a su cuñada, la pediatra cacereña Magdalena González, nueve meses después de haber sobrevivido él mismo a esta dura enfermedad. Quién le iba a decir que pasaría de superviviente a familiar de fallecida en menos de un año.

“Un mazazo, por lo irreparable, pero además porque ha supuesto volver a vivir la batalla que ya había vivido antes"

Reconoce que la pérdida de Magdalena ha sido “un mazazo, por lo irreparable, pero además porque ha supuesto volver a vivir la batalla que ya había vivido antes. Y vivirla junto a mi familia, porque yo no estuve antes con ellos, que fueron los que sufrieron”.

 

alejo

Cuenta que mantuvo el contacto con su cuñada hasta el último momento y que todavía ahora se le ‘ponen los pelos de punta’ cuando mira los whatsapp.

Falleció con 51 años y sin patologías previas

Como una pesadilla recuerda Carmen Serradilla las tres semanas que su primo pasó en la UCI del Hospital Universitario de Badajoz antes de morir. Y es que ella, auxiliar de enfermería en la UCI del San Pedro de Alcántara de Cáceres, conoce bien la enfermedad y preveía lo que iba a ocurrir.

 

carmen

"Deja mujer, dos hijos y unos padres, mis tíos, destrozados por su pérdida"

Creen que se contagió en una de las tantas reuniones privadas que se celebraron durante las Navidades. Y fue uno de los cientos de fallecidos que vinieron después. Murió el 7 de febrero con sólo 51 años y sin patologías previas. "Deja mujer, dos hijos y unos padres, mis tíos, destrozados por su pérdida".

Inesperado desenlace

Cruda realidad que también ha sufrido la familia de Pilar Fabregat. Su abuela, de 88 años, fallecía el pasado 2 de febrero tras pasar 20 días hospitalizada. Los primeros 15, mantuvieron la esperanza de volver a tenerla en casa.

"En esos momentos te das cuenta de que la cosa es grave y se va acercando el final, aunque no quieras verlo"

Los médicos incluso pensaron en darle el alta, pero un día, cuenta Pilar, su estado empeoró de repente y les avisaron "de que habían activado el protocolo de la familia. En esos momentos te das cuenta de que la cosa es grave y se va acercando el final, aunque no quieras verlo". 

 

pilar fabregat

Pilar reconoce que, tras este duro golpe, su visión de la enfermedad ha cambiado por completo y es que el covid, afirma, es duro, duele y se sufre mucho por ello.