20 Febrero 2024, 12:58
Actualizado 20 Febrero 2024, 12:58

El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura ha aprobado dos decretos por los que se declaran otros tantos Bienes de Interés Cultural en la región, uno en cada provincia.

La iglesia parroquial de San Juan Bautista, en Berzocana, es declarada como Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento. El edificio, que data de los siglos XV y XVI, es uno "de los más bellos templos góticos de Extremadura", explica la Junta.

Asimismo "se considera un hito religioso en la comarca dado que ahí se custodian los restos de San Fulgencio y Santa Florentina, patronos de la Diócesis de Plasencia, motivo por el que el templo parroquial fue objeto de grandes peregrinaciones en los siglos XVI y XVII".

La iglesia, ubicada en el centro de la localidad, está construida mediante mampostería, granito y ladrillo y en ella se combinan elementos góticos y renacentistas. La torre, situada a los pies del templo, es la zona más antigua. En ella prolifera el ladrillo como material de construcción, lo que se relaciona con el estilo mudéjar.

Interiormente, el templo presenta planta de salón, con tres naves de cuatro tramos separados por arcos de medio punto, cubiertas con bóvedas de crucería, de terceletes. En las claves son visibles tallados, blasones de los obispos constructores y otras figuras. El presbiterio es pentagonal, también cubierto por bóveda de crucería y, junto al mismo, se sitúa la sacristía. Y a los pies del edificio está el coro.

En términos históricos, la capilla de los Santos es el espacio más importante del templo. Consta de dos plantas; en la superior se encuentra el arca con las reliquias de los santos, y en la planta baja se ubica el retablo de San Fulgencio y Santa Florentina, de estilo protobarroco, que alberga las tallas policromadas de los santos Fulgencio, vestido de obispo, con mitra y báculo; y Santa Florentina, vestida con manto negro, babero dorado y portando báculo.

Además, destacan el retablo de los Santos, que acoge la talla de San Sebastián (siglo XVI) y una imagen del Niño Jesús (del XVIII); el retablo-tabernáculo, el de San José y el de San Antonio de Padua.

Otro BIC en Magacela

También hoy el Consejo de Gobierno ha aprobado el decreto por el que se declara el Conjunto de Hornos de Magacela como Bien de Interés Cultural, con la categoría de Lugar de Interés Etnológico.

Este conjunto está formado por 21 hornos, unos dedicados a cocer tejas y otros a la obtención de cal. Los tres hornos que estuvieron dedicados a la producción de cerámica se sitúan cerca del dolmen y la laguna de ‘Los Santos’; los restantes, dedicados a la cal, están más dispersos, si bien hay quince que se hallan en el paraje de ‘Las Caleras’, en dirección a Campanario.

Las características de los hornos, tanto tejeros como caleros, "demuestran la pericia de los alarifes, antiguos constructores, que sabían sacar partido tanto de las limitaciones del entorno como a la hora de utilizar los materiales locales y las técnicas constructivas más acordes con la disponibilidad de recursos", argumenta la Junta.

Estas construcciones reúnen tres tipos de valores que justifican su reconocimiento como Bien de Interés Cultural: el primero es el de ser ejemplos de la adaptabilidad ecológica de la arquitectura vernácula, la cual hace uso de los materiales y recursos disponibles en un entorno con limitaciones.

El segundo, su capacidad para dotar al paisaje de sus elementos culturales; y el tercero, su conexión con las estrategias económicas de la población en el contexto previo a la mecanización agraria.

Asimismo, es importante reseñar que de estos emplazamientos se extraen dos de los materiales genuinos en la arquitectura tradicional de Extremadura: la cal y el barro; este último para la confección de la teja, elemento fundamental en la vivienda tradicional de la región.