En la ganadería Victorino Martín quieren que su encaste se conozca por su nombre. Una línea que nació del rescate de la antigua ganadería del marqués de Albaserrada, creada en 1912 y casi extinguida: "Mi padre lo que hace es que recompone la ganadería que había creado el marqués de Albaserrada. Entonces, mi padre lo que hizo fue que todo lo que quedaba por ahí suelto lo reunió y, además, como adquirió los derechos de hierro de la ganadería que el marqués fundó. Es decir, el hierro nuestro es el hierro del marqués de Albaserrada".
"Cuando se le ve, se le reconoce fácilmente"
Ese hierro fue el inicio y, desde entonces, más de 65 años de trabajo han dado forma a un toro muy definido: "Es un toro que enviste más despacio que los demás, es un toro muy agresivo, es un toro que humilla muchísimo y que, cuando se le ve, se le reconoce fácilmente".
Usar "albaserrada" puede confundir
Por eso la casa pide que se hable de “encaste Victorino”. Dicen que usar “Albaserrada” puede confundir, porque hoy existe otra ganadería con ese nombre y con una genética distinta: "Porque un nieto de aquel marqués de Albaserrada que fundó la ganadería con un núcleo genético determinado que procedía de Saltillo, fundó en los años 60 otra ganadería con un origen genético totalmente diferente al nuestro. Y todavía sigue lidiando a nombre del marqués de Albaserrada".
Una reivindicación que resume décadas de selección y el esfuerzo de una familia que salvó esta línea del matadero y la convirtió en un referente del campo bravo.
