8 Octubre 2020, 14:26
Actualizado 8 Octubre 2020, 18:07

La empresa Dentix ha solicitado esta semana entrar en concurso de acreedores ante la imposibilidad de hacer frente a sus deudas con  las entidades KKR, BBVA y Cetelem. En Extremadura, la empresa cuenta con clínicas en Plasencia, Cáceres, Don Benito, Mérida, Badajoz y Almendralejo.

Se estima que, en todo el país, haya unos 100.000 pacientes de las clínicas dentales Dentix a los que afectará la entrada de la empresa en concurso de acreedores. Ante este hecho el abogado y profesor de la UEX, Marcial Herrero, aconseja  a los consumidores que lo principal es  ponerse en contacto con la clínica para saber en qué posición nos encontramos.

"Existen distintos tipos de franquiciados y cabe la posibilidad de que, desde la clínica, nos ofrezcan seguir con el tratamiento e incluso derivarlo a otra abonando los costes", asegura. Por este motivo, es importante contactar con la clínica y ver en qué posición nos encontramos.

¿Qué hacer ante el cierre de una clínica?

En el caso de que haya cerrado entonces hay dos escenarios posibles: si hemos pagado directamente nuestros tratamientos o si hemos recurrido a un préstamo vinculado. En el primer escenario, siempre que no hayan acabado de darnos nuestro tratamiento, deberemos acudir al concurso de acreedores. "Es el peor escenario posible porque rara vez los consumidores consiguen cobrar", dice Herrero.

En el caso de que hayamos financiado el tratamiento con un préstamo vinculado,  debemos reclamar por burofax a la empresa; si Dentix no responde, es momento de avisar a la entidad bancaria de la situación y de que vamos a dejar de pagar siempre que el servicio haya dejado de prestarse. 

"Es posible que la entidad financiera siga pasándonos los recibos, entonces deberemos hacer una reclamación, acudir al Banco de España y, finalmente, a la vía judicial", destaca. En el caso de negligencias en el tratamiento, al cerrar la clínica, deberemos reclamar al odontólogo que nos trató.

Algunos consejos fundamentales

Es fundamental solicitar el historial clínico  de cada paciente y que lo recuperemos lo antes posible. Si hubiera habido una negligencia importante podremos reclamar. Y hay que guardar muy bien las facturas y los presupuestos que se hayan dado a los pacientes.