Casi 300 kilómetros separan Badajoz de El Rocío, en Huelva. Distancia que estos días recorren decenas de extremeños montados a caballo. Muchos de ellos llevan más de 20 años realizando este peregrinaje, del que sobre todo destacan el compañerismo y las amistades que surgen.
Salían de la capital pacense ataviados con pantalones de montar y faldas flamencas. A la cabeza, el estandarte. Y de banda sonora, las sevillanas.
Muchos van caballo, y en los vehículos viajan toda la logística y el personal que se encarga de ello, porque pasan muchas noches haciendo el camino.
Este año además el intenso calor les ha obligado a parar en más de una ocasión para refrescarse. Mucho sacrificio, pero con recompensa.
Promesas que llevarán en la carreta que hoy ya se ha sumado a la caravana pacense. Mañana a las 2 y media tienen previsto llegar a El Rocío.