A la hora de brindar esta Nochevieja, hay una alternativa que gana terreno: el kéfir. En Puebla de la Calzada se elabora esta bebida fermentada, similar a un refresco, que promete sabor y beneficios para la salud. Detrás del proyecto está un asturiano que ha decidido instalarse en Extremadura para dar vida a su idea y descubrir un secreto que muchos consideran un auténtico “elixir”.
"Los probióticos nos aportan las bacterias que nos permiten asimilar los nutrientes"
La historia recuerda a la búsqueda del Santo Grial, esa reliquia sagrada que ofrece la inmortalidad. Nadie lo ha encontrado, pero quizá esté más cerca de lo que pensamos: en forma de kéfir. Martín Pozo, director de Kéfir Grial, explica: "Los probióticos nos aportan las bacterias que nos permiten asimilar los nutrientes. Tu cuerpo está preparado para digerir, pero no para asimilar; necesitas bacterias externas."
Martín produce entre 500 y 1.000 litros al mes
Martín produce entre 500 y 1.000 litros al mes. Aunque el kéfir se asocia normalmente a los lácteos, con un sabor algo ácido, esta versión es diferente: "Es un refresco agradable, una fermentación parecida a la sidra pero sin fruta. Sabe a lo que quieras, es un lienzo en blanco. Cuando lo pruebas no sabes si es sidra, limonada o cava: es complejo. "Esta versatilidad permite mezclarlo con zumos, vino o cerveza.
La clave está en la fermentación, que dura entre dos y tres meses en grandes tanques antes de pasar a botella. Martín se lanzó a fabricarlo hace dos años. Asturiano de origen, eligió Extremadura para vivir y emprender, con el apoyo de su pareja.
