Valverde de Leganés viaja al pasado. Dentro de la Feria de la Trashumancia, el municipio ha celebrado un esquileo tradicional y una ruta simbólica con más de 600 ovejas, rememorando el paso del ganado por la Cañada Real y las tareas del campo de antaño.
Primero, a coger fuerzas
El día comenzaba con el desayuno del pastor, a base de migas extremeñas, lo que ha servido también de punto de encuentro para vecinos y visitantes. Después, el protagonismo fue para los pastores y sus rebaños, que recorrieron senderos y caminos al ritmo pausado del ganado.
Todo un espectáculo visual y sensorial, y también un homenaje a la historia viva del pastoreo y la vida rural. Muchos de los asistentes han vivido por primera vez la experiencia de caminar junto al ganado, mientras que otros revivían recuerdos de infancia.
Trashumancia en Extremadura
La trashumancia, cada vez más residual en el día a día del campo extremeño, cobra nuevo significado en eventos como este. En Valverde de Leganés lo celebran como un legado, buscando servir así como puente entre generaciones y como ventana abierta al pasado rural de la región.
Con actividades como el esquileo manual, los talleres de oficios tradicionales o las exposiciones de cultura pastoril, la feria busca consolidarse y reconectar con el mundo agrario y ganadero.