La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha lanzado un mensaje contundente este sábado durante el acto de presentación de la 'Alianza por Almaraz', celebrado en Navalmoral de la Mata: “Almaraz no se toca, Extremadura no se negocia y Almaraz no se cierra”. Con estas palabras, ha reafirmado el compromiso de su gobierno con la prórroga de la Central Nuclear de Almaraz, una infraestructura que considera clave para el desarrollo económico y social de la región.
“Nos une el futuro de Extremadura y de tantas familias del Campo Arañuelo. Defender la continuidad de nuestra central es luchar por el empleo de miles de personas, por el mañana del norte de la región”, ha afirmado Guardiola, quien ha insistido en que la defensa de Almaraz está “por encima de colores y siglas”.
No necesitamos una alternativa
La presidenta ha rechazado hablar de planes alternativos al cierre de la central, asegura que la energía nuclear es una realidad vigente y necesaria. “Se habla mucho en Madrid de transición y sostenibilidad, pero mientras el Gobierno sigue endureciendo sus costuras, en Europa se reconoce la energía nuclear como imprescindible para una transición verde y justa”, ha señalado.
Guardiola ha criticado duramente la postura del Gobierno central, al que acusa de forzar un cierre “injusto, sectario y precipitado”, mientras países como Suecia, Francia o Bélgica amplían la vida útil de sus centrales. “¿Por qué Extremadura tiene que pagar esta cerrazón? ¿Por qué tenemos que pagar el pato de decisiones de gente que no ha pisado el mundo rural?”, se ha preguntado.
Una excepción nuclear catalana
La presidenta también ha denunciado la posibilidad de una “excepción nuclear catalana”, en referencia a las negociaciones para prorrogar la vida útil de reactores en Cataluña. “Eso no es justicia, ni transición. Es discriminación”, ha sentenciado.
Guardiola ha acusado al Gobierno de España de incoherencia, recordando que la exministra Teresa Ribera “combatió el cierre de las centrales nucleares en España” y ahora “defiende en Bruselas ayudas millonarias a países que sí reconocen el valor de la energía nuclear”.
La presidenta ha advertido que el cierre de Almaraz supondría la pérdida de casi 4.000 empleos, el desmantelamiento de un sistema productivo del que dependen pueblos enteros y un golpe directo al 5% del PIB regional. “La central no es solo energía, es empleo, industria, cohesión territorial y efecto llamada para la economía”, ha subrayado.
Medidas de apoyo por parte de la Junta
Guardiola ha reiterado que la Junta ajustará la fiscalidad autonómica para facilitar la continuidad de la central, y ha asegurado que su gobierno está “al lado de los alcaldes de todos los signos políticos” en esta causa común. “Estamos hartos de desprecios, abandono y desigualdad”, ha dicho.
Finalmente, ha reivindicado que Almaraz se ha convertido en un símbolo que representa “empleo de calidad, formación, innovación e identidad”. Y ha concluido: “Hoy firmamos una alianza por Almaraz y por el derecho que tenemos a decidir nuestro propio destino”.