21 Agosto 2025, 11:13
Actualizado 21 Agosto 2025, 14:20

El delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, ha asegurado que la situación del incendio forestal de Jarilla, declarado hace diez días, empieza a mostrar signos de mejora. “Se ve la luz de este incendio”, ha afirmado, aunque ha advertido de que se trata de un fuego que “rompe los modelos de incendio que conocíamos en Extremadura”.

Causas naturales

Quintana ha subrayado, desde el puesto de mando, que este incendio es ya el más devastador en la historia reciente de la región, con más de 16.000 hectáreas afectadas. A diferencia de otros fuegos graves, que solían estar vinculados a causas intencionadas en montes de pinar sin pastoreo y con escasos cortafuegos, el de Jarilla fue de origen natural, provocado por un rayo en una tormenta en la que cayeron más de 1.000 descargas eléctricas en Extremadura.

“Se han quemado castaños y robles, hay explotaciones ganaderas y ganado afectado. Incluso la autovía fue cruzada cuatro veces por las fuego”, ha explicado. A las complicaciones del terreno se sumaron unas condiciones extremas: temperaturas superiores a 40 grados, viento de 50 km/h del sur, muy seco, y una humedad relativa de apenas el 10-15% en algunos momentos.

Rapidez del Gobierno

El delegado ha destacado además la coordinación institucional y la rapidez en la movilización de apoyos nacionales e internacionales. Ha asegurado que, tras declararse el nivel 2 de peligrosidad, el Gobierno central puso todos sus medios a disposición del operativo. El mecanismo europeo de ayuda fue solicitado oficialmente, ha afirmado, el día 15 por la Junta de Extremadura y, tras subsanar la petición el día 16, llegaron refuerzos internacionales: un destacamento alemán con 65 efectivos y 21 vehículos, además de dos aviones, uno procedente de Eslovaquia y otro de la República Checa, que comenzaron a operar el día 17.

“Hemos actuado con celeridad y con una posición clara de ayuda para tratar de evitar daños”, ha defendido el delegado del Gobierno.