5 Agosto 2025, 18:53
Actualizado 5 Agosto 2025, 18:53

El calor extremo puede provocar deshidratación, fatiga e inestabilidad en la tensión arterial, lo que agrava los efectos de ciertos tratamientos y puede afectar a actividades cotidianas como la conducción.

"El calor supone un problema para la salud porque baja mucho la tensión"

Juan Carretero Corrales, Director Médico de Clínica Diana, advierte: "El calor supone un problema para la salud porque baja mucho la tensión: se dilatan las arterias, lo que provoca una caída significativa de la presión arterial. Si un paciente es hipotenso y ha sufrido síncopes o caídas por bajadas de tensión, no debería conducir o, al menos, debería hidratarse en grandes cantidades, porque el calor intensifica ese riesgo."

A estos efectos se suma un riesgo añadido: ponerse al volante bajo los efectos de determinados medicamentos. Muchos fármacos, incluso de uso habitual, pueden reducir la capacidad de reacción, causar somnolencia o afectar a la atención, especialmente con temperaturas elevadas.

Antidepresivos, antihistamínicos o relajantes musculares afectan a la conducción

José Luis Rufo, farmacéutico, señala: "Hay varios grupos de medicamentos que afectan a la conducción, como los antidepresivos, antihistamínicos o relajantes musculares. Estos pueden provocar somnolencia y hacer que el conductor se duerma al volante. Por eso, es fundamental evitar conducir si se están tomando este tipo de fármacos."

Para evitar riesgos innecesarios, los profesionales insisten en la importancia de leer el prospecto, mantenerse bien hidratado y consultar siempre con un médico o farmacéutico antes de conducir si se está bajo tratamiento.

En plena ola de calor, una simple pastilla puede tener consecuencias graves si no se toman las precauciones adecuadas.