María nació en Mérida, pero hace años que vive y trabaja en Algeciras, a pocos kilómetros del Peñón. Desde la ventana de su oficina ve cada día Gibraltar, un lugar al que acuden a diario miles de trabajadores, muchos de ellos conocidos suyos. Esta semana ha recibido con alivio una noticia que llevaba años esperando: el acuerdo entre España, Reino Unido y la Unión Europea que eliminará la verja y permitirá la entrada de Gibraltar en el espacio Schengen.
“Hay mucha gente que trabaja en el Peñón y entra todos los días. Entonces, son todo ventajas”, resume María, que conoce bien el desgaste que supone cruzar esa frontera a diario.
Cinco años de negociaciones
El acuerdo, alcanzado tras cinco años de negociaciones, pondrá fin a la verja que separa Gibraltar de La Línea. Más de 15.000 trabajadores transfronterizos, entre ellos muchos españoles, dejarán de hacer largas colas y controles para acceder a sus empleos. Gibraltar pasará a formar parte del espacio Schengen, lo que facilitará la libre circulación.
Pero para quienes viven como María en la zona, el cambio no es solo práctico: es también laboral y emocional: “Gente que por ejemplo se han tirado muchos años trabajando en Gibraltar, el miedo a que España no les reconozca esos años cotizados. A día de hoy están contentos por ese motivo, que les puedan reconocer esos años trabajados allí”, explica.
Más allá de las fronteras
El pacto también contempla aspectos clave como la coordinación fiscal, la protección de derechos laborales y el reconocimiento de cotizaciones, lo que supone un importante paso para quienes durante años han sentido que vivían “en tierra de nadie”.