En muchos hogares extremeños, con la llegada del frío vuelve un clásico: la mesa camilla y el brasero. Un plan acogedor, muy nuestro, pero que también entraña riesgos. Los braseros de gas o de picón liberan gases tóxicos e inodoros que, si no hay ventilación o se usan de forma inadecuada, pueden terminar en tragedia.
El Servicio de Bomberos de Badajoz recuerda cada año estas recomendaciones porque los accidentes por mala combustión siguen siendo una de las principales emergencias del invierno. Basilio González, oficial jefe del Servicio de Bomberos de Badajoz, ha explicado que "hay que quitar los flecos o las mascotas de debajo de la falda de la camilla. Aconsejamos cambiar al radiador de aceite, que no tiene elementos incandescentes y es mucho más seguro”.
Los incendios y las intoxicaciones han llevado a muchas familias a renovar sus sistemas de calefacción. Aun así, el brasero sigue siendo, para muchos, el rey del invierno.
