27 Febrero 2024, 16:00
Actualizado 27 Febrero 2024, 16:00

Los inviernos son cada vez más cálidos. Es una evidencia de la que pocos dudan: ni hiela, ni nieva ni llueve tanto como antes. Los bloqueos anticiclónicos son cada vez más potentes y persistentes garantizando un tiempo cálido, adelantado varias semanas en el calendario.  

No nos dejemos engañar por episodios puntuales como el de la borrasca “Filomena” en 2021. Dejó medio metro de nieve en La Mancha o en la Comunidad Madrid, paralizando a medio país. Más recientemente está el de la borrasca “Juan” en enero de este año atrapando a cientos de conductores en la provincia de Soria. Son temporales de nieve intensos, pero breves.  

Las estaciones de esquí, así como otros negocios de invierno (como el de la ropa de abrigo o la venta de carbón doméstico), van notando que cada vez es más complicado cerrar óptimamente una temporada. En este sentido, el meteorólogo de AEMET Benito Fuentes ha publicado una primera aproximación sobre cómo el clima futuro podría llegar a condicionar el sector del deporte blanco. 

Se ha basado tres posibles escenarios climáticos futuros. El más realista (llamado RCP4.5) es aquel que pronostica una ligera bajada de las emisiones de CO2 a partir de la década de 2040. Se que entonces las energías limpias sobrepasarían a las más contaminantes.  

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Proyección futura de la temperatura para la estación de La Covatilla en función de tres escenarios climáticos previstos. ​​​

De cumplirse, la duración de la temporada de esquí podría reducirse hasta en un 30% en los sistemas Central e Ibérico y en la Cordillera Cantábrica. Se notaría menos en los Pirineos y en Sierra Nevada por su altitud. La acumulación de nieve también apuntaría claramente a la baja. Para el caso de La Covatilla, pasaríamos de 160 kg/m2 de nieve a sólo 100, prácticamente la mitad.  

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Proyección futura del espesor de nieve para la estación de La Covatilla en función de tres escenarios climáticos previstos. ​​​

Se podría pensar que esto se solventaría fabricando nieve artificial, pero es que la subida de las temperaturas no lo pondría fácil. Para poner los cañones en funcionamiento se necesita -2ºC como mucho y en La Covatilla pasaríamos de 310 días con esas temperaturas a poco más de 200. Un futuro, cuanto menos, inquieto. 

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Proyección futura de las horas de fabricación de nieve artificial para la estación de La Covatilla en función de tres escenarios climáticos previstos. ​​​

Con el autor de este trabajo estuvimos hablando en “El Sol sale por el oeste”, el pasado martes, 27 de febrero de 2024 y lo podéis leer aquí https://aemetblog.es/2024/01/28/el-calentamiento-global-amenaza-nuestras-estaciones-de-esqui/?amp=1

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