Los cazadores de Almendralejo aseguran que esta temporada han cazado en torno al doble de conejos que en años recientes, una situación que atribuyen a la reducción de la enfermedad de la mixomatosis, que en campañas anteriores había mermado notablemente la población.
El problema, explican, no se encuentra dentro del coto, sino en el entorno de la autovía A-66 y de varias carreteras cercanas, donde por motivos de seguridad está prohibida la caza. En estas zonas, la proliferación de conejos está provocando importantes daños en los cultivos, especialmente en viñas y olivares.
Este domingo es una jornada clave para los cazadores, ya que, aunque la veda general se prolonga hasta el próximo 6 de enero, este es el último día hábil para la caza del conejo. Aun así, desde la Asociación de Cazadores José de Espronceda aseguran que seguirán saliendo al campo en los próximos días, no para abatir ejemplares, sino para capturarlos con hurones y trasladarlos a zonas donde causen menos perjuicios.
Una medida con la que buscan reducir los daños agrícolas y controlar la población de conejos de forma segura y responsable.
