La decisión del secretario general del PSOE de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, de incorporarse como diputado a la Asamblea de Extremadura ha desatado críticas tanto desde el Gobierno regional como desde la oposición.
"Bochornoso" para la Junta
La portavoz de la Junta, Victoria Bazaga, ha calificado este paso de “bochornoso”, al producirse “a las puertas de su posible procesamiento” por el caso que investiga la contratación del hermano del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la Diputación de Badajoz.
Bazaga ha recordado que Gallardo prometió no correr hacia la Asamblea y que afirmó que “quien nada hace, nada teme”. Sin embargo, ha señalado, “ha hecho lo contrario: ha marchado a la Asamblea”, insinuando que su decisión responde más a intereses personales que al compromiso con los extremeños.
Posturas de los grupos parlamentarios
El movimiento de Gallardo también ha sido cuestionado por el resto de grupos políticos. Desde el Partido Popular se ha tachado la decisión de “tomadura de pelo” y se acusa al líder socialista de buscar aforamiento para protegerse del proceso judicial. VOX ha ido más allá, tildando la acción de “cobardía”.
Por su parte, Unidas por Extremadura ha lamentado que Gallardo haya cambiado de opinión, criticando que no haya elegido el mejor momento, justo cuando se está a la espera de que la justicia decida si abre juicio oral en el conocido como caso David Sánchez.
El PSOE extremeño, por su parte, ha defendido que se trata de una decisión de partido, aunque Gallardo había asegurado en el pasado que no entraría en la Asamblea hasta que el caso estuviese archivado.
