Según los últimos datos, el consumo de queso supera ya los 15 kilos al año por persona en España. Una cifra que sigue creciendo y en la que juegan un papel importante iniciativas como la de una empresa emprendedora extremeña que ha puesto en marcha un proyecto relacionado con este producto.
Una investigación extremeña busca aprovechar la lana de menor calidad y transformarla en productos de alto valor, como cremas corporales.
Un gesto tan simple como encender la vitro puede suponer un mundo para muchas familias extremeñas. Según un informe sobre pobreza energética, Extremadura es la comunidad autónoma con más personas con dificultad para pagar sus facturas: un 23%.
Hogares sin calor en invierno
En invierno, la situación se vuelve aún más preocupante. El año pasado, más de 8,5 millones de personas en toda España no pudieron calentar correctamente sus casas. En vez de recurrir a fuentes de calor como un brasero, hay hogares que no tienen más abrigo que unas mantas.
Facturas que obligan a recortar en comida
Una de cada diez familias tiene que retrasar el pago de sus facturas energéticas e incluso disminuir gastos de alimentación para poder pagar la calefacción. Una realidad que refleja la crudeza de la pobreza energética y el impacto que tiene en la calidad de vida durante los meses más fríos.
Mantener la casa caliente e intentar ahorrar lo máximo posible es uno de los retos del invierno. El pellet se ha convertido en una de las opciones más utilizadas, con un precio que ha bajado tras el boom de 2022, aunque sigue lejos del coste inicial.
“Depende de muchos factores... hubo un exceso de producción porque hace años hubo un boom de estufas de pellet”, explica Ismael Sánchez, de la empresa Camera Equipment, quien recuerda que “en un principio el saco de pellet valía mucho más, actualmente, el saco ronda los cinco euros, aunque comprarlo por palets suele salir más barato".
La leña y el picón siguen siendo opciones populares
No es la única alternativa. La leña y el picón siguen siendo muy demandados, ya que su precio es más accesible. Pedro González, de la empresa Leña y Picón, señala que “el precio de la leña ahora mismo está muy barata porque los almacenes están llenos y no ha hecho mucho frío”, mientras que “el del picón está más o menos igual, bueno, un poco más caro”.
Pedro vendió unos 3.000 sacos el año pasado y espera alcanzar cifras similares este invierno.
El calor duradero del picón
Aunque el picón es algo más caro, mantiene la casa caliente durante más tiempo. “Tú llegas a tu casa con un brasero de gas o de luz y tienes que encenderlo y está fría la casa... sin embargo uno de picón lo enciendes por la mañana y está caliente todo el día”, asegura Pedro.
Alternativas como estas se presentan como opciones más asequibles para combatir el frío y reducir gastos en plena temporada invernal.
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