El mundo del rock sigue llorando la muerte de Robe Iniesta, líder de Extremoduro y uno de los grandes referentes de la música en España. Veinticuatro horas después de conocerse la noticia, las muestras de reconocimiento se multiplican, especialmente en Plasencia, ciudad natal del artista, que vive hoy su segundo día de luto oficial.

Durante toda la mañana se han mantenido las colas para firmar en el libro de condolencias instalado en el Ayuntamiento, que será entregado a la familia. Los restos del músico fueron incinerados en Bilbao en una ceremonia íntima, y se baraja que sus cenizas sean trasladadas a Plasencia, donde comenzó a componer sus primeros éxitos. El consistorio ya trabaja en un homenaje especial, aunque el alcalde, Fernando Pizarro, ha subrayado que dependerá de la decisión familiar.

Pizarro ha adelantado que espera que en primavera se retome el proyecto del mural monumental que presidirá la plaza Puerto de Béjar, ideado por Robe junto al artista urbano Jesús Mateos “Brea”. Tras su fallecimiento, Mateos continuará en solitario la obra. Además, el regidor ha valorado como “extraordinaria” la propuesta de la Junta de Extremadura de dedicar el Palacio de Congresos al músico, recordando que en su inauguración fue el nombre más respaldado por la ciudadanía.

El Hospital Materno Infantil de Badajoz ha vivido esta mañana una jornada muy especial. Alumnos de 5º y 6º de Primaria del CEIP Lope de Vega han llevado hasta las habitaciones y aulas hospitalarias robótica educativa para hacer más llevadera la estancia de los niños ingresados, dentro del proyecto “Aulas Hospitalarias Lopetrónicas”.

Cargados de legos, ordenadores y mucha ilusión, los estudiantes se han repartido por las áreas de trabajo para enseñar a los pequeños pacientes a montar y programar robots. Un intercambio lleno de sonrisas, aprendizaje colaborativo y humanidad.

Las familias agradecen estas sesiones que rompen la rutina del hospital y aportan esperanza. El profesorado destaca que son experiencias que los niños guardarán para siempre.

La huelga nacional de médicos alcanza hoy su tercera jornada. El seguimiento de la huelga este jueves en Extremadura se sitúa en el 23 por ciento según el Servicio Extremeño de Salud, mientras que el sindicato médico SIMEX lo eleva a más del 80 por ciento. Además, se han celebrado manifestaciones en Cáceres y Badajoz. 

En Badajoz, la protesta ha partido de la avenida de Colón y ha concluido ante la Delegación del Gobierno, con la participación de unos 200 médicos. En Cáceres, la concentración se ha iniciado en la Plaza de España y ha contado con más de medio centenar de participantes. 

El objetivo es mostrar su rechazo al Estatuto Marco que plantea el Ministerio de Sanidad. Los facultativos reclaman un Estatuto Marco específico, distinto al del resto de profesionales sanitarios, que reconozca las particularidades de su labor.

"Nos han obligado a esta huelga”, ha señalado el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Cáceres, Evelio Robles, quien denuncia que el actual marco laboral no respeta los descansos ni permite la conciliación de los médicos con su vida familiar. Además, destacan que las guardias no cotizan, lo que impide una jubilación anticipada. “Queremos un Estatuto propio y una mesa de negociación específica porque nuestras condiciones son distintas”, añade.

Por su parte, Pedro Hidalgo, presidente del Colegio de Médicos de Badajoz, advierte: “Todos no podemos estar equivocados, ministra. ¿Y si está usted?”. Y alerta del impacto que la falta de acuerdo puede tener en las listas de espera del sistema sanitario.

Danae Andréu, residente de cuarto año, subraya la necesidad de abordar la conciliación y las jornadas laborales: “Somos personas y profesionales" y es necesario hablar de la necesidad del descanso porque está afectando a la salud de los profesionales, así como de que también necesitamos "conciliar con la vida personal" y que las jornadas se adecúen a "los ritmos biológicos". 

El chef extremeño Rubén Hernández ha conseguido lo que pocos logran: una estrella Michelin con su restaurante EMi apenas cuatro meses después de abrir sus puertas en Madrid. Natural de la localidad pacense de Reina, Rubén Hernández imprime a cada plato el sello de su tierra tras haber pasado por algunas de las cocinas más prestigiosas del mundo.

EMi es su proyecto más personal, un homenaje a su hermano fallecido, Emilio, y un espacio diseñado, asegura, para que el comensal “se sienta como en casa”. “Es como si fuera mi casa. Intentamos presentar muy buenos productos, trabajamos con proveedores muy pequeños”, asegura el chef.

Estrella con sabor extremeño

Su menú degustación, de 15 pases, mezcla cocina nórdica con un toque coreano, y se ha convertido ya en el restaurante que más rápido ha obtenido una estrella Michelin en España. Rubén explica, eso sí, que "la estrella está en Madrid físicamente, pero una parte es extremeña, siempre”.

Y es que su vínculo con Reina y con la tradición familiar de la caza está muy presente: en la carta aparecen buñuelos con guiso de jabalí y setas, o lomo de ciervo con ensalada de hierbas, encurtidos al curry y una salsa cocinada durante más de 24 horas.