30 Noviembre 2022, 16:34
Actualizado 30 Noviembre 2022, 16:34

Jarandilla de la Vera se prepara para su día grande. Este 7 de diciembre celebran Los Escobazos, una fiesta ancestral cuyo origen se remonta cientos de años atrás cuando los pastores de la localidad volvían a casa a pasar el invierno.

Bajaban desde la sierra portando manojos de retamas unidos entre sí, a los que prendían fuego a modo de antorchas. Son los llamados escobones que constituyen el elemento central de esta fiesta que espera reunir este año a unas 12.000 personas.

Candidata a fiesta de interés turístico nacional

Veterana de las fiestas de interés tuíistico regional, título que ostenta desde hace más de treinta años, Los Escobazos aspiran a ser reconocidos a nivel nacional. Entre las condiciones que pide el ministerio está la creación de una página web propia.

Precisamente esta es una de las novedades de este año. Se trata de https://losescobazos.com un sitio en la red dedicado en exclusiva a esta fiesta. Aseguran desde el ayuntamiento que solo resta por cumplir el requisito de veinte noticias publicadas en medios nacionales que no sean digitales.

Programa de actos

El programa de actos comenzó el pasado 29 de noviembre y se extiende hasta el lunes 12 de este mes. Destacan los talleres de realización de escobones para niños y la entrega del escobón de oro.

Un galardón que reconoce la labor de personas e instituciones en la promoción de esta fiesta que este 2022 ha ido a parar al Parador de Jarandilla. Un reconocimiento que tendrá lugar el día grande, el 7 de diciembre.

Es precisamente en la víspera de la Inmaculada Concepción cuando a partir de que caiga el sol y se enciendan los escobones se da comienzo oficialmente a la fiesta de los escobazos con la bajada de los cabreros hasta la plaza, y la posterior procesión del estandarte que termina en la plaza de Sopetrán ante una hoguera de cerca de 20 metros de altura.

Recomendaciones

Para quienes se acercan la víspera de la Concepción a Jarandilla, desde el ayuntamiento recuerdan: vestir ropa vieja, taparse cara, pelo y manos, no atizar por encima de la cintura y por supuesto que no falte el escobón.