La publicación en el Boletín Oficial del Estado sobre el fin de la obligatoriedad de las mascarillas en interiores nos ha permitido conocer la letra pequeña de la norma, pero ahora toca ponerla en práctica.
Para ello, hemos recreado algunas de las actividades cotidianas más comunes. Y, así, sobre la marcha saber en qué situaciones debemos o no ponernos el tapabocas.
Dónde sí y dónde no
Para aquellos que vayan a trabajar en transporte público, por ejemplo en autobús urbano, sepan que deben ponerse la mascarilla porque sigue siendo obligatoria. Es una de las excepciones que contempla la ley, junto a los hospitales y los centros sociosanitarios.
Caso distinto es el centro de trabajo. Aquí, de manera generalizada, el uso de la mascarilla deja de ser obligatorio si se mantiene la distancia de seguridad entre los empleados. Sin embargo, habrá empresas que puedan mantener su obligatoriedad, porque depende de lo que decidan los servicios de prevención de riesgos laborales. En Canal Extremadura, por ahora, seguimos llevando el tapabocas.
Y ¿qué pasa si vamos a hacer la compra? Pues que ya no es necesario llevar la mascarilla. Aunque los expertos la recomiendan por el trasiego de gente y porque no siempre puede mantenerse la distancia de seguridad de metro y medio. Pero, lo cierto es que la ley no nos obliga a ponérnosla. Otra cosa es que la veamos entre las dependientas.
En definitiva, que se trata más de un 'adiós condicionado' a la mascarilla, que de una vuelta absoluta a la vieja normalidad. Aunque con 'pasitos' como éste cada vez, la sintamos más cerca.
