13 Febrero 2022, 14:08
Actualizado 13 Febrero 2022, 19:32

Extremadura es un pulmón verde de España. Casi un tercio del territorio está enmarcado en el espacio europeo para la conservación futura de la diversidad.  Precisamente en mayo se cumplen 30 años desde la creación de la Red Natura 2000. En total, 1.264.267 hectáreas. Una extensión ocupada por 71 lugares declarados como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y 89 declarados como Zona de Especial Conservación (ZEC).

Y una situación que se pone especialmente de relieve en los trece municipios extremeños tienen el 99% de su suelo protegido. La gran mayoría en la provincia de Cáceres: Abadía, Baños de Montemayor, Casares de las Hurdes, Casas de Miravete, La Garganta, Ladrillar, Navalvillar de Ibor, Serradilla, Torrejón el Rubio, Torreorgaz y villar del Rey. En la provincia de Badajoz, están en la misma situación Entrín Bajo y Magacela.

¿Cómo compatibilizar medioambiente y progreso?

Tras la sentencia del Tribunal Supremo que obliga a demoler por completo lo construido en Isla de Valdecañas, en esas localidades se preguntan si, llegado el caso, también les pondrían problemas para construir edificios como residencias o centros escolares. Una de los municipios con prácticamente todo su suelo protegido es Serradilla, en Cáceres. Es uno de los municipios más grandes de la provincia con 25.000 hectáreas de extensión, pero cada vez menos habitantes. Su ubicación privilegiada le sitúa en el corazón de Monfragüe y hace también que el 99% de su suelo esté protegido.

"Aquí tenemos un tesoro pero también una bomba, porque no nos dejan ni pastorear porque entramos en el Parque"

La consecuencia más inmediata es que prácticamente el único recurso que tienen para salir adelante es el turismo. La protección ambiental les dificulta las actividades de caza, pesca, pastoreo de ovejas o, incluso, la circulación con el coche por determinadas zonas y en determinadas épocas del año.

"Aquí tenemos un tesoro pero también una bomba, porque no nos dejan ni pastorear porque entramos en el Parque", nos cuenta un ganadero. "Tenemos madera y muchos recursos naturales, pero estamos muy limitados; llegará un momento en que estos pueblos se queden totalmente vacíos", coincide otro agricultor.

Ganadero con sus ovejas pastando en su finca; no puede hacerlo unos metros más lejos porque es terreno del Parque Nacional de Monfragüe
Ganadero con sus ovejas pastando en su finca; no puede hacerlo unos metros más lejos porque es terreno del Parque Nacional de Monfragüe

Desde que en 1979, año en el que Monfragüe fue declarado Parque Nacional, Serradilla ha perdido 1.100 habitantes, casi la mitad de su población. Para frenar esa sangría, su alcalde ya está dialogando con la Junta para que le permita flexibilizar el uso del suelo para determinadas actividades no perjudiciales para el medio ambiente. "Sabemos que tenemos recursos muy importantes, pero nos tienen que dejar aprovecharlos de manera sostenible y respetuosa", explica Fran Sánchez.

Una situación de "asfixia" similar a la de otros municipios con el mismo nivel de protección. En Baños de Montemayor es el 96% del suelo el que está protegido por la Red Natura 2000. Es decir, no se puede construir cualquier tipo de edificio y se limita el cultivo y el arbolado. Lo que podría suponer un atractivo de la zona, ha provocado que el municipio no pueda expandirse. Según su alcalde, es "algo similar a vivir en una isla", porque no pueden expandir el casco urbano y los jóvenes se tienen que ir a trabajar o vivir fuera del pueblo. Una situación que se repite hasta en 12 municipios más de nuestra región. 

En Magacela su problema es que también son Bien de Interés Cultural, lo que impide a sus vecinos hacer obra nueva. Solo pueden rehabilitar, pero las obras se encarecen y algunos vecinos incluso renuncian a la reforma y dejan la casa cada vez más deteriorada.

Más Información
Imagen
Datos sobre la superficie total que abarca en Extremadura la Red Natura 2000

Trece localidades extremeñas tienen todo su suelo protegido