30 Septiembre 2022, 14:44
Actualizado 30 Septiembre 2022, 14:44

Preocupación entre las residencias de mayores de Extremadura por el incremento de los costes de suministros. Muchos centros atraviesan ya dificultades y temen que, si la situación se prolonga mucho más tiempo, tengan que plantearse, incluso, el cierre.

Y es que estos centros de la región no son ajenos al incremento del coste de la vida. En muchos centros, hace un año la factura mensual de la luz rondaba los 7.000 u 8.000 euros y actualmente llega a los 20.000. Es el ejemplo más claro, pero a este gasto hay que sumar muchos más como el de los alimentos y otros suministros. 

Ajustes mínimos e insuficientes

Por eso, en centros como el 'Ciudad Jardín Cánovas' de Cáceres, ya han empezado a tomar medidas para abaratar costes. Unas medidas, eso sí, que "en ningún caso repercute en el bienestar de los usuarios". Tal y como ha explicado su directora, Mariola Martín, "tan solo se optó este verano por subir la temperatura del aire acondicionado a los 27 grados. Un incremento que los ancianos, por sus patologías, hasta han agradecido".

Residencia de mayores 'Ciudad Jardín Cánovas'

Sin embargo, estos pequeños ajustes no son suficientes, porque las residencias siguen prestando los mismo servicios sin haber repercutido la diferencia en la cuota que pagan los ancianos. Por eso, los responsables financieros reconocen su preocupación. Daniel Núñez, coordinador del Grupo Ciudad Jardín, ha señalado que "los gastos mensuales están empezando a asfixiarnos. Y tememos que si la situación se prolonga mucho más, algunas empresas piensen incluso en el cierre. Y eso reducirá considerablemente la oferta de plazas".

"Tememos que si la situación se prolonga mucho más, algunas empresas piensen incluso en el cierre"

En este sentido, Núñez ha pedido que se busquen fórmulas para paliar esta situación. "A ver si se pueden habilitar ayudas para cubrir los gastos de suministros o habrá que revisar el precio por plaza concertada".

Desde la Junta de Extremadura recuerdan que ya en los primeros meses del año hubo una revisión al alza de los precios por plaza, ya que la mayoría de los contratos había vencido. Y ahora oscilan, según el tipo de cama, el contrato y la empresa, entre los 29 y los 47 euros al día. 

La Administración autonómica tiene concierto con 23 empresas privadas dedicadas al sector y 1.120 camas disponibles.