24 Noviembre 2022, 11:22
Actualizado 28 Noviembre 2022, 20:42

"Cuando alguien obliga a otra persona a hacer algo sexualmente que no quiere".

"Cuando alguien te obliga a hacer cosas que, con nuestra edad, pues a lo mejor no te apetece".

"Si tú te quitas el condón sin que ella lo sepa, estás abusando de ella".

"Los tocamientos, las violaciones, todo eso".

Por orden hablan Nacho (14 años), Alba (15 años), Jose (15 años) y Cristina (15 años). Los cuatro son alumnos  del IES Vegas Bajas de Montijo (Badajoz) y los cuatro saben qué es violencia sexual.

E incluso, en el caso de ellas, aseguran que también sabrían cómo pararla, si se sintieran atacadas. Pero reconocen que no tienen suficiente información sobre esta violencia y que lo que conocen, les "suena" por lo que ven en televisión, en Instagram o en Tik Tok.

A veces, incluso, no tienen muy claro qué es violento: "Para que alguien te viole, tiene que estar mal de la cabeza", dice una alumna en el taller al que asistimos en este instituto.

"No, para nada. Son gente normal", responde Mar Sánchez Piris, técnica en Igualdad de Malvaluna: "cuando estás en un aula te das cuenta de que no tienen los conceptos claros, de que se miran entre ellas mismas como si les hubiera pasado y no se han dado cuenta".

"A lo mejor ellos hacen una cosa que para ellos no sería violencia sexual y para mi amiga y para mí sí lo sería"

"Por un motivo u otro, lo podemos hacer sin darnos cuenta"

Pero es que tampoco lo tienen claro ellos. Lo subraya uno de los alumnos: "por un motivo u otro, lo podemos hacer sin darnos cuenta". Y ellas asienten: "a lo mejor ellos hacen una cosa que para ellos no sería y para mi amiga y para mí sí lo serían", "se fían de otra gente y si uno lo hace, otro a lo mejor dice y por qué no lo haría yo.".

El porno, principal fuente de información sexual

Amigos, series, literatura o porno. Así se informan. El 70% de los jóvenes entre 10 y 15 años ha tenido algún acceso a web pornográficas u otro tipo de publicaciones. Y en el porno, hay estereotipos de género y violencia machista.

"La respuesta es que a nivel sexual siguen normalizando ese tipo de roles o ese tipo de características. Y qué significa ser hombre, y qué te tiene que gustar, y qué significa ser mujer y qué te tiene que gustar", explica Ana Yáñez, sexóloga del Instituto Clínico de Sexología de Extremadura.

"Y pasa no solo en jóvenes, también en adultos: que se normalizan los estereotipos en el sexo, la violencia y se acaba incorporando al mapa erótico. Necesitamos educar en sexualidad desde Infantil, según las necesidades y las emociones, para que haya un mapa erótico más amplio, para aprender, con la edad, que hay placer si se busca a través de los cinco sentidos, por ejemplo".

La mayoría de las agresiones sexuales se dan en los entornos más íntimos. Solo un 14 por ciento son entre desconocidos, ante manadas, en callejones oscuros, etcétera: "El grueso es con familiares, con amigos que salen de copas", explica la presidenta del TSJEX, Mari Félix Tena, que añade que "la mayoría son agresiones de acceso carnal. Con penetración. Esto es, plena. Más allá de unos tocamientos lascivos. Son violaciones".

Y es uno de los delitos con más reincidencia. Los jóvenes piden ayuda, en forma de información: "No solemos hablar de esto en clase y es necesario", reclaman Nacho y Alba. "Nunca hemos tenido a una persona que nos diga esto es así, así y así", añade Cristina. 

"Es que no te estás jugando una nota de corte. Te estás jugando pillar una ETS, un embarazo... O una violación", sentencia Jose.

Violencia sexual en Extremadura: los datos

En Extremadura, el año pasado hubo 223 denuncias. Un 21, 2 por ciento más que en 2020, que fue año de pandemia, y que por tanto podría explicar ese aumento. 

Pero es que este año, este 2022, solo hasta junio ya se habían interpuesto 138 denuncias: más de la mitad que en todo 2021. 14 han sido por agresión con penetración: violaciones. 11 por corrupción de menores, personas con discapacidad y pornografía de menores y 113 de otro tipo: abusos, acoso, exhibicionismo

Y preocupa, preocupa mucho el crecimiento de agresores jóvenes, menores incluidos. Según el poder judicial, el año pasado se sentaron en el banquillo 6 acusados, de entre 16 y 17 años. Este año, ya van 5.