Seguro que tú, al igual que yo, has oído decir que hay que hablar a las plantas para acompañarlas en su crecimiento. No sabemos si oirán, pero no hace mucho se ha descubierto que emiten ultrasonidos como respuesta ante situaciones de estrés como, por ejemplo, la falta de agua o al ser cortadas. Plantas como el maíz, el trigo, la uva o la familia de los cactus han sido objeto de estudio por parte de biólogos y botánicos.
En el caso de la deshidratación, estas ondas aparecen antes de la que planta muestre los primeros síntomas (como el marchitamiento de las hojas) que van a más hasta el quinto día, para luego ir disminuyendo en intensidad y en frecuencia.
Para captar estos sonidos, los científicos han colocado micrófonos especiales a estas plantas estresadas en habitaciones altamente insonorizadas, donde llegaron a registrar entre 30 y 50 sonidos a la hora, e incluso más si el agobio al que se las sometía era mucho mayor.
El origen de estos crujidos pueden ser una consecuencia de la evolución de las plantas, como reclamo atrayente de insectos que facilite la polinización ya que, según parece, aumenta el nivel de azúcares en el néctar. Queda por descubrir si esos insectos y otras plantas cercanas les responden con otros ultrasonidos.; esto es, si establecen una conversación.
A pesar de todo, sin embargo, su mecanismo aún no está del todo claro, que el foco de atención se le ha puesto en la cavitación, un fenómeno físico que consiste en la explosión de minúsculas burbujas de aire dentro del sistema vascular del vegetal.
Para hablar sobre este curioso hallazgo hablamos con José Correa, nuestro botánico de cabecera, conocido en redes sociales como Ricinox, y que es investigador predoctoral en Botánica en la Universidad de Murcia. Esta entrevista se emitió el pasado lunes, 18 de agosto de 2025. Pincha en la entrevista y escúchala.