Paso importante para que el macromatadero de Zafra comience a funcionar. Este lunes el ayuntamiento segedano ha concedido la licencia de primera ocupación para la instalación. Un trámite necesario para continuar con su puesta en marcha y que ha tardado en tramitarse.
Para llegar a este punto ha sido necesario más de dos años de obras, en las que se han sucedido varios retrasos, sobre todo, por problemas burocráticos, principalmente con el ayuntamiento de Zafra. Problemas que han obligado a sus siete promotores a aumentar su presupuesto en varios millones, hasta cerca de los 25 de la inversión final. Por ello, prefieren seguir mostrándose cautos en cuanto a los plazos, asegura el consejero de CIBEX, José Ignacio Moríñigo.
Unos plazos que, en las previsiones más optimistas sitúan la apertura del macromatadero para finales de este año, una vez que se terminen de tramitar la licencia de apertura y la licencia energética, que debe de conceder la Junta de Extremadura.
Actualmente, en las instalaciones del matadero trabajan unas 70 personas que siguen ultimando las obras y realizando tareas administrativas, principalmente. La próxima semana podrían comenzar a realizar pruebas de frío.
El nuevo macromatadero de Zafra quiere cambiar el modelo productivo en la región
Una vez se ponga en marcha el macromatadero, previsto para final de año, se espera que trabajen en él, en una primera fase, unas 130 personas. Durante 2023 se calcula que se sacrificarán unos 200.000 cerdos, convirtiendo a Extremadura en la primera región en sacrificio de cerdo ibérico de todo el país.
A pleno rendimiento, el matadero podrá llegar a sacrificar a unos 300.000 cerdos y a generar 150 empleos.
La nueva instalación dará respuesta a una de las principales carencias del sector en Extremadura. Mientras que en la región se cría una tercera parte de los cerdos ibéricos del país, más de la mitad de ellos se sacrifican fuera de Extremadura.
