Bruselas da un paso adelante para reducir la burocracia en el sector agroalimentario. A pocas horas de la reunión de jefes de gobierno, la Comisión Europea ha presentado un paquete de medidas que busca simplificar la normativa sobre seguridad alimentaria y de piensos, con el objetivo de mantener los altos estándares de calidad y medio ambiente, pero con menos cargas administrativas y más espacio para la innovación.
La propuesta prevé un ahorro superior a 1.000 millones de euros, gracias a la agilización de autorizaciones y la eliminación de renovaciones automáticas de plaguicidas, salvo en el caso de los más peligrosos. Entre las novedades, Bruselas quiere acelerar la entrada en el mercado de biopesticidas, flexibilizar las normas sobre aditivos y digitalizar el etiquetado, además de aplicar controles más pragmáticos en fronteras y adaptar la vigilancia de la encefalopatía bovina.
El paquete también incluye medidas para dar más herramientas a los agricultores y ganaderos, reduciendo trámites y fomentando el uso de productos fitosanitarios más sostenibles. En regiones como Extremadura, esta simplificación puede mejorar la competitividad del sector, facilitar el acceso a soluciones innovadoras y contribuir a una producción más respetuosa con el medio ambiente.
Con esta iniciativa, la Comisión Europea busca un equilibrio entre seguridad, sostenibilidad y eficiencia, en un momento clave para la transformación del modelo agrícola y ganadero en la Unión Europea.
