La enfermedad del mildiu, causada por un microorganismo conocido como oomiceto (Plasmopara viticola), está dejando estragos en los viñedos de Extremadura, especialmente en zonas como las Vegas Bajas. Esta patología, que se comporta de manera muy similar a los hongos, ataca directamente a las hojas y racimos de la vid, provocando graves daños y pérdidas económicas en plena campaña.
Las lluvias le han favorecido
Las condiciones meteorológicas de esta primavera, con lluvias generosas seguidas de temperaturas suaves y cálidas, han sido el caldo de cultivo ideal para su desarrollo. En una parcela de cuatro hectáreas, el agricultor Pedro José Cangas relata cómo comenzó a detectar las primeras manchas a finales de abril: “Se ha comido prácticamente la cosecha de muchas parcelas enteras. A parte de los gastos, que no vas a tener ingresos”.
A pesar de haber aplicado hasta cinco tratamientos fitosanitarios, los resultados son muy limitados. “Estamos gastando un dinero prácticamente casi que de balde...porque no estás viendo el resultado del producto”, lamenta Cangas.
Gonzalo Soltero, técnico de la Cooperativa de Perales del Arroyo de San Serván, explica cómo se manifiesta la enfermedad: “Se empieza manifestando con una mancha en el haz de hoja y luego en el envés se ve el hongo, que son las esporas se ve blanco luego se pasa a racimo”.
¿Cómo combatirlo?
El sector pide soluciones urgentes. “Intentar que desarrollen un producto que sea más efectivo”, subraya Soltero. Además de la pérdida de producción, el mildiu compromete la calidad de la uva, el sabor del vino y la viabilidad de futuras campañas.