20 Noviembre 2025, 11:57
Actualizado 20 Noviembre 2025, 11:58

Un mensaje urgente, un supuesto móvil roto y una petición de ayuda inmediata por parte de un familiar. Eso no puede acabar bien, y así comenzó el engaño que llevó a un vecino de Valverde de Leganés a transferir 9.850 euros a quien creía que era su hija… hasta descubrir que nunca le había escrito. Es la llamada estafa del "hijo en apuros", por la que la Guardia Civil ha instruido diligencias como investigado a un hombre de Arrecife (Las Palmas) como presunto autor de la misma.

El engaño

La víctima fue contactada por mensajería instantánea por alguien que se hizo pasar por su hija, alegando que tenía el teléfono averiado y necesitaba dinero de forma inmediata para resolver un supuesto problema económico. Sin tiempo para reaccionar y movido por el miedo de lo que pudiera estar pasando su hija, el afectado realizó una transferencia de 9.850 euros a la cuenta indicada.

Más tarde, al lograr contactar con su hija real, comprobó que todo había sido un fraude y denunció los hechos ante la Guardia Civil.

Investigación rápida y dinero bloqueado

En ese momento comenzó una investigación en la que se analizaron movimientos bancarios y comunicaciones telefónicas. Contaron, además, con la colaboración de entidades financieras y operadoras, logrando identificar el terminal desde el que se lanzó la estafa y la cuenta de destino. Gracias a la rápida actuación conjunta con los juzgados y los bancos, se consiguió bloquear la totalidad del dinero estafado, que permanece retenido para su futura devolución al propietario.

"Hijo en apuros”

La Guardia Civil recuerda que este fraude consiste en suplantar la identidad de un hijo o familiar mediante mensajes que apelan a la urgencia y al vínculo emocional. El objetivo es lograr que la víctima realice transferencias rápidas sin comprobar la autenticidad. La Guardia Civil aconseja lo siguiente:

  • Desconfiar de mensajes o llamadas urgentes que pidan dinero, aunque parezca que proceden de familiares.

  • Verificar siempre la identidad de quien solicita ayuda.

  • No facilitar datos personales ni bancarios por mensaje o teléfono.

  • Ante cualquier sospecha, contactar de inmediato con la entidad bancaria.

  • Si se es víctima, comunicar y denunciar los hechos lo antes posible.