22 Agosto 2022, 20:01
Actualizado 22 Agosto 2022, 20:01

El verano y el teatro están unidos por la noche y por un escenario como el romano de Mérida, que acoge el Festival Internacional de Teatro Clásico durante julio y agosto. Un Festival que despedimos anoche tras la representación de nueve obras que han traído propuestas novedosas, además de comedia, tragedia, musical y flamenco.

Abría el Festival de Mérida con una propuesta innovadora, la de `Julio César´ que planteaba el peso de la energía femenina y masculina de los personajes y del poder. Encabezaba el reparto la diva argentina Moria Casan.

`Safo´ llegaba hablando de la mujer y del placer sin culpa. Cristina Rosenvinge ponía música a los poemas de Safo a ritmo de indie-pop.

También hay música en `El misántropo´, un padre huraño con una hija sin nombre y a la que quieren pedir su mano. Vemos a Beatriz Carvajal y Jesús Castejón en el reparto.

El escenario se convierte en la casa patricia de `Minerva´, una familia de artistas: un arquitecto, una dramaturga, un escultor... porque el legado de una mujer, dice Assumpta Serna coautora del texto, "pueden ser los hijos, pero también el arte y la sabiduría". 

El flamenco ha llenado el escenario romano con la `Ariadna´ de Rafaela Carrasco, una tejedora de sueños que lucha por su destino, que desafía al patriarcado y al poder, y se libera del laberinto.

También `De Sheherezade´ con María Pagés, trajo la emoción de la danza, continuando con la mujer como protagonista, la que consigue vencer a la violencia con la palabra.

Y las risas aparecen con el guapo de `Miles Gloriosus´, que es Carlos Sobera, un militar fanfarrón al que todos engañan y que aprende la lección.

`El aroma de Roma´ es el primer musical original de gladiadores hecho en nuestro país, de Woody Aragón y los hermanos Lancha. Consiguen unificar la música, las carcajadas y el ingenio.

`La tumba de Antígona´ ha despedido el Festival con la tragedia. El encuentro con la conciencia, con la palabra y los conflictos, que ha dirigido Cristina Silveira, en homenaje a la escritora y filósofa María Zambrano.

Para Jesús Cimarro, director del Festival, esta 68 edición ha sido un homenaje a las mujeres y heroínas que han estado ocultas a lo largo de la historia. El balance inmediato que hace es positivo.